La defensa de las culturas, los idiomas, los territorios, es una de las características de la comunicación y el cine indígena, así lo afirmamos quienes hemos venido trabajando desde diversos espacios nuestro derecho a contar nuestras historias y a través de ellas relacionarnos con otros pueblos y luchas.
La capacidad para construir otros sentidos de lo que son nuestros ancestros, lo que somos nosotros y nosotras y lo que aspiramos para nuestra generación venidera, afirman que nuestras propuestas tienen una profunda y amplia responsabilidad, que tiene que ver con la espiritualidad, con la diversidad, con la manera de ver el mundo.
El cine indígena a nivel global está en un punto de no retorno, hay gran cantidad de experiencias logradas a través de diversos géneros fílmicos, gracias al acceso a la formación técnica que nos ha permitido ensamblar y contar nuestras historias. Sin embargo es importante destacar que esta formación debe ir de la mano de los significados espirituales de escribir con la luz, conocer las diversidades de temporalidades, protocolos de los relatos, para construir un lenguaje cinematográfico que propone cada pueblo.
Por esta razón creamos el Programa de Profesionalización para Cineastas Emergentes, como metodología que apoya a través de clases magistrales dictadas por laureadas personalidades, sesiones grupales y personalizadas para proveer de herramientas narrativas teóricas y prácticas a narradoras, narradores y colectivos indígenas de bosques tropicales que trabajan con organizaciones de bases en sus territorios y que resisten al despojo y a la crisis climática.
Con este diálogo de saberes, esperamos seguir honrando a nuestros ancestros al practicar el don de contar historias, repensar y fortalecer nuestra propia identidad y nuestras propias formas de comunicación. Decimos presente los pueblos que estamos a favor de una vida digna para todos y a la protección de la biodiversidad.
David Hernández Palmar | Wayuu IIPUANA