Imagine un mundo en el que el Gobierno subvencionase a las comunidades indígenas y a los terratenientes para que protegieran sus bosques y recursos naturales. Costa Rica es el único país tropical del mundo que ha invertido el proceso de deforestación a través de una ley fiscal especial que hace hincapié en la importancia de proteger el medio ambiente y de ayudar al desarrollo de las comunidades.
